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España

María Helena Teixidor

Astrología

"Los planetas y su relación con el Arbol de la Vida de la Cábala"

  • ponencia

  • Sobre María Helena Teixidor

Los planetas y su relación con el Arbol de la Vida de la Cábala
Daath - Neptuno

Los planetas son elementos vivos y en movimiento que poseen en sí mismos una esencia básica material, pero a su vez una fuerza interior evolutiva que nos permite profundizar en ellos de un modo muy especial.
Para poder comprender con mayor facilidad la energía evolutiva de cada planeta, realizamos la conexión de los planetas con el Árbol de la Vida de la Cábala y en especial con las Sefirot.
Una visión más profunda de los planetas, nos permite neutralizar o eliminar los efectos inarmónicos que puedan actuar sobre nosotros, cómo resultado de los aspectos negativos que poseemos en nuestra carta natal de nacimiento.
El Árbol de la Vida de la Cábala nos muestra una esencia evolutiva profunda. Uno de los puntos más importantes son las sefirot.
La astrología analiza el planeta en su forma más material, más densa, reconociendo las características que configuran parte de la personalidad, así como las experiencias que puedan contener en sí mismos.
El cabalista observa el Árbol de Vida como un elemento estático que informa de las experiencias espirituales y el astrologo observa la carta natal como una figura que nos individualiza y donde podemos advertir las circunstancias que nos ayudan y las que nos limitan.
Los planetas en astrología y las sefirot en el Árbol de Vida de la Cábala o Sefirótico poseen un punto en común, unos están directamente relacionados con los otros formando una sola fuerza o energía.
Cuando creamos una unión entre la sefirá y el planeta podemos observar que la vibración espiritual del planeta aumenta, abriéndose a capacidades superiores y más completas.
Una gran mayoría de nosotros vivimos inmersos en un mundo de realidades tangibles, en la materia densa y concreta, y nos sentimos atados a profundas obligaciones materiales, que nos hemos impuesto y de las que deseamos salir.
En este estudio lo más importante no será la casa o el signo astrológico donde estén situados cada uno de los planetas, aunque en determinadas ocasiones nos puede ayudar esta información para ampliar lo que el planeta aporta por sí solo, por tanto, será transcendental su esencia energética y los aspectos (distancias) que se generan entre ellos.
Sé que muchos pueden estar pensando que, si solo nos movemos en un único elemento astrológico, como son los planetas, no podemos hablar de astrología, pero me gustaría mostrar que todo es astrología, ya que todo está relacionado y que no solo la lectura de una carta natal completa se puede clasificar como un estudio astrológico.
La astrología es una ciencia que unifica diferentes elementos del Universo, la franja “zodiacal” o signos del zodiaco, las casas o aptitudes personales, los planetas o naturalezas sólidas que forman parte de nuestro sistema solar y los aspectos o distancias que diferencian si las experiencias son armónicas o inarmónicas, todo ello forma lo que llamamos carta astral, que no es otra cosa que la fotografía de un instante concreto posicional del Universo y como se interrelaciona con nosotros.
Dedicaremos un tiempo y un trabajo especial a la visión que tenemos de los planetas, esas naturalezas sólidas a las que estamos energéticamente unidos, ya no solo desde un punto de vista práctico, objetivo y realista de sus características individuales y como nos afectan, sino intentando ir un poco más allá y penetrar, alcanzar y comprender toda su fuerza energética interior evolutiva, la que está directamente relacionada con sus capacidades o aptitudes más profundas.
Cuando pasamos de un plano real y material a uno más espiritual y evolutivo podemos dejar atrás el concepto de que nada es inamovible, o que no existe el libre albedrio, porque cuando conocemos las dificultades con las que hemos llegado a esta encarnación, tenemos la oportunidad de redirigirlas y transformarlas.
Cuando podemos analizar un aspecto negativo entre dos planetas, ya no solo desde la visión real, práctica o catastrófica, sino como algo que nos puede ayudar a ser más felices, a conquistar y alcanzar un deseo interior profundamente guardado, pierde importancia la definición simple de un aspecto planetario, ya sea positivo o negativo, que se forme en una carta natal.
Si percibimos que la energía de un planeta es una vibración y que, aunque en la carta natal esté en posición inarmónica y nos pueda crear ciertas limitaciones o provoque determinadas experiencias, sentiremos la necesidad de transformar su sacudida y descomponer esta situación angosta y complicada en una fuente de vitalidad que no nos limita, sino que nos ayuda a crecer y a evolucionar, a ir por el camino del conocimiento y acercarnos cada vez un poco más a la esencia pura que existe en cada uno de nosotros.
Comprender que una situación de dificultad trae en sí misma la condición de un aprendizaje es el primer paso, el primer ladrillo de “nuestra nueva casa mucho más amplia y bella”.
Para poder modificar la vibración del planeta que esté afectado de forma inarmónica, es necesario conectarlo directamente con la sefirá y vincular la energía densa del planeta con los 4 restantes planos espirituales que acompañan la sefirá.
Cada sefirá posee en sí misma una condición energética que vibra en 5 planos diferentes, desde el más terrenal y práctico (el planeta), al más sutil y próximo a la fuerza de la que estamos creados; si unimos cada uno de ellos formando una cadena que va desde la densidad al punto más elevado, creamos una misma consciencia más fuerte y positiva.
Estos 5 niveles que hemos mencionado son: el cuerpo físico o material, el corazón o cuerpo emocional, el intelecto o cuerpo mental, el alma y por último el espíritu o esencia matriz.
Habitualmente tomamos contacto cotidiano solo con los tres planos más densos, el cuerpo mental o intelecto, el corazón o cuerpo emocional y el cuerpo físico.
Los planos más sutiles como el alma y el espíritu o esencia matriz, son en realidad donde intentamos llegar, -a la Felicidad-. En este trabajo vamos a sincronizar las sefirot con cada uno de los planetas, para encontrar un camino que nos ayude a salir de la materia densa que nos produce dolor o enfermedades y salir de los Miedos que nos llevan al Sufrimiento.
Quiero hacer una pequeña aclaración, ya que he mencionado que haremos la interrelación de la sefirá con su planeta, los otros elementos celestes como por ejemplo los asteroides o las estrellas fijas quedan fuera de este estudio.
¿Por qué solo utilizamos la energía de los 9 planetas, incluyendo la Tierra, y los dos luminares el Sol y la Luna?, porque estos 11 elementos están claramente relacionados con las 11 sefirot, 10 visibles y 1 oculta.
¿Porque no podemos utilizar los diferentes niveles de vibración que posee en sí mismo cada planeta en nuestro beneficio, para sentirnos mejor y comprender que nos ocurre? La respuesta es sencilla, desde los orígenes primigenios de la humanidad, poseemos la información que necesitamos para evolucionar, aunque hasta este momento quizá no hayamos sabido encontrar y utilizar esa información de forma adecuada.
Para poder vivir estos planos energéticos de los planetas nos ayudaremos de una de las lecturas más antiguas que existen y donde está escrita la Evolución del ser humano, La Cábala, en concreto con el Árbol de Vida o Árbol Sefirótico, y nos apoyaremos con otra ciencia conocedora de la evolución y de la energía que transmite cada elemento planetario de nuestro sistema solar como es la Astrología.
Podemos concluir entonces, que nos resultará mucho más fácil comprender cada fuerza en sí misma, cuando entendamos por qué es así, o cuál es la causa de esa situación que vivimos y experimentamos de forma repetitiva y cíclica.
¿Somos capaces de aceptar el reto del cambio?, si la respuesta a esta pregunta es positiva, te propongo que sigas leyendo y que al final de este libro utilices las herramientas que te sugiero para ayudarte, en lo que me sea posible, a que te sientas con mucha más seguridad y contribuir a que tu vida sea un poco más feliz.
Cada Sefirá es una fuente o impulso energético en sí mismo ya que incluye capacidades y características propias que configuran una parte concreta del Ser o Esencia Divina. A cada sefirá se le relacionan 5 planos evolutivos que son:

El nombre del Sefirá
Un nombre de Dios
Un ángel o arcángel
Una orden angélica
Un planeta

En este punto empezaré por describir y analizar la posición de cada planeta en el árbol de Vida de la Cábala, ya que su situación tiene también relación con su vibración material, por ejemplo, no es lo mismo mercurio por su proximidad al Sol, que Plutón que es un planeta que cierra el sistema solar que por ahora conocemos.
Los planetas, por poseer una masa material, generan en sí mismos una vibración energética, que como demuestra la física cuántica, nos afecta, en mayor o menor intensidad, según su disposición en nuestra carta natal.
Por medio de reconocer dónde se repite el error podremos modificarlo, investigando y aceptándolo tomamos consciencia e iniciamos el proceso de transformación de la situación. Recordemos que nadie cambia si no siente y reconoce que alguna situación le hace infeliz.
Cada planeta en una carta natal hace su función, desde los más prácticos y materiales a los más elevados y espirituales, todos nosotros somos el resultado de las experiencias vividas, en esta y en otras vidas.

LAS SEFIROT Y LOS PLANETAS – RELACIÓN:

Una pequeña explicación de cada uno de ellos.

TIPHERET-SOL
YESOD-LUNA
HOD-MERCURIO
NETZAH-VENUS
GEBURAH-MARTE
CHESED-JÚPITER
BINAH-SATURNO
CHOKMAH-URANO
KETHER-PLUTÓN

Y el que completa el ciclo
DAATH-NEPTUNO


www.mariahelenateixidor.com
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